Diálogos Internos: el arte que susurra al alma

Por Sandra Amaya – Médica y Artista

Hay momentos en los que dentro de nosotros se enciende un murmullo difícil de descifrar.
Un choque entre lo que pensamos y lo que sentimos.
Un ir y venir de voces internas que, aunque silenciosas, reclaman ser escuchadas.

“Diálogos Internos” nace de esa necesidad: la de dar forma y color a aquello que no siempre encuentra palabras.

La medicina que observa lo invisible

Como médica aprendí a explorar lo que el ojo no alcanza a ver: un pulso, una vibración, un signo oculto que revela la vida. Pero en ese camino también descubrí que existen heridas más sutiles, aquellas que no aparecen en una resonancia ni se miden en cifras.

Esta obra refleja ese espacio intangible: dos perfiles que se enfrentan, dos mundos internos que dialogan en silencio. La línea rosa que los une es el canal secreto del pensamiento, la corriente invisible que cruza lo consciente y lo inconsciente.

El umbral del color y la forma

Los tonos cálidos son fuego: deseos, nostalgias, pasiones.
Los tonos fríos son calma: introspección, silencio, refugio.
No se excluyen, se complementan. En su contraste está la posibilidad de sanar.

El dorado que contornea los perfiles representa lo que nos define, pero también lo que nos separa.
El blanco interior insinúa transparencia, una verdad desnuda que todos anhelamos alcanzar.

El arte, aquí, no busca resolver la tensión. La dibuja, la hace visible y, al hacerlo, se convierte en puente.

Resonancia y encuentro

Quien contempla esta pieza no solo observa un diálogo: lo vive.
Cada perfil puede ser suyo, cada voz puede resonar con su propia historia.
El arte deja de ser un objeto para transformarse en interlocutor.

Así, “Diálogos Internos” se vuelve también una medicina simbólica: un espacio para que las voces que habitan en nosotros encuentren escucha, albergo y reconocimiento.

Cuando digo que el arte habla al alma, no es una metáfora, es su propósito esencial: tender puentes entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que somos.

Gracias por detenerte aquí.
Gracias por escuchar este susurro interno.
Gracias por permitir que mi alma dialogue también contigo.

— Sandra Amaya
www.amayaart.com